Los nuevos semáforos que ven están compuestos por conjuntos de diodos emisores de luz (LED). Se trata de pequeñas luces electrónicas de gran eficiencia energética y larga duración. Cada LED tiene el tamaño aproximado de una goma de borrar, por lo que se utilizan cientos de ellos en un conjunto. Los LED están reemplazando las antiguas bombillas halógenas incandescentes de entre 50 y 150 vatios. La mayoría de las ciudades están en proceso de reemplazar sus semáforos incandescentes por LED debido a tres grandes ventajas:
Los LED son más brillantes. Las matrices de LED ocupan todo el espacio y tienen el mismo brillo en toda la superficie, lo que aumenta su brillo general.
Las bombillas LED duran años, mientras que las halógenas duran meses. Reemplazarlas cuesta dinero a los camiones y al personal que las realiza, y también congestiona el tráfico. Aumentar el intervalo de reemplazo puede ahorrarle mucho dinero a una ciudad.
· Las bombillas LED ahorran mucha energía.
El ahorro energético de las luces LED puede ser enorme. Supongamos que un semáforo utiliza hoy bombillas de 100 vatios. La luz está encendida las 24 horas del día, por lo que utiliza 2,4 kilovatios-hora al día. Si suponemos que la energía cuesta 8 centavos por kilovatio-hora, significa que un semáforo cuesta unos 20 centavos al día para operar, o unos 73 dólares al año. Hay quizás ocho semáforos por intersección, lo que supone casi 600 dólares al año en energía por intersección. Una gran ciudad tiene miles de intersecciones, por lo que puede costar millones de dólares solo alimentar todos los semáforos. Las bombillas LED pueden consumir 15 o 20 vatios en lugar de 100, por lo que el consumo de energía se reduce por un factor de cinco o seis. Una ciudad puede ahorrar fácilmente un millón de dólares al año reemplazando todas las bombillas con unidades LED. Estas bombillas de bajo consumo también abren la posibilidad de utilizar paneles solares en lugar de tender una línea eléctrica, lo que ahorra dinero en zonas remotas.